Cada hogar azteca poseía un
brasero donde el fuego ardía. Tres piedras lo rodeaban. Sobre estas piedras se colocaba el comal.
El comal era un disco plano hecho de barro
duro. Se calentaba por el fuego que había debajo de él. Cuando el comal estaba caliente
entonces ya estaba listo para cocinar. Aquí la mujer está haciendo tlaxcallis sobre él.
Los aztecas tenían diferentes tipos de
vasijas, pequeñas que usaban para comer hasta unas muy grandes para guardar agua o
remojar el maíz. |